Glándulas Y Deseos O Instintos No Innatos

Testículos: La secreción normal (no sexual) da un sentimiento de responsabilidad. La hipersecreción produce la racionalidad, el Universalismo. La hiposecreción, la crueldad. Los testículos transforman la linfa en semen. Siendo el plexo solar el que les da la orden. Cuando hay menor secreción y menos vello, el efecto será menos amabilidad. A consecuencia de ello se desarrollan las ideas dogmáticas.

Secreción normal: La secreción común (sexual) despierta el instinto sexual. Cuando, por el contrario, hay secreción excesiva el aspirante espiritual lo transforma en amor universal.

Si los testículos funcionan con normalidad y no hay perturbación en las glándulas linfáticas adyacentes a los testículos, la inteligencia se desarrolla. Si no fuera así, el plexo solar no se desarrollaría y disminuiría la inteligencia.

Los eunucos que han sido castrados, no tienen instinto sexual. La mujer que no tiene ovarios, al igual que el hombre castrado, sufre cambios psicológicos. Lo que provoca falta de conciencia del deber y responsabilidad.

La Próstata:   Con el desarrollo de esta glándula y con la imposición de las normas impuestas por la educación familiar se despierta el sentimiento de vergüenza La hipersecreción de esta glándula provoca melancolía, falta de atractivo o encanto por la vida (esto lo podemos observar en ciertas filosofías defectuosas). La hiposecreción provoca alucinaciones y naturaleza temeraria. Todas las glándulas son inter.-dependientes con las glándulas linfáticas. Las glándulas endocrinas dependen más de las linfáticas que éstas de aquellas. Cuando las glándulas sexuales funcionan normalmente, se desarrollan las gónadas en los adolescentes y el impulso sexual también. Las glándulas inferiores dependen más de las glándulas superiores.

Todas las glándulas dependen de las glándulas linfáticas como materia prima. El exceso de linfa va a revitalizar las neuronas a través del flujo sanguíneo.